La biodiversidad está compuesta por una flora de más de 5,600 especies de
plantas en la isla de Santo Domingo. En cuanto a la fauna, se ha nombrado en
toda la isla unas 70 especies de peces, 60 de anfibios, 141 de reptiles, 254 de
aves y 33 de mamíferos. La biodiversidad nuestra, en su condición de isla
tropical, cuenta con una gran formación de arrecifes coralinos. Toda la zona
sur o litoral del mar Caribe cuenta con arrecifes coralinos, que tienen una
gran diversidad en género y familia taxonómica, la zona norte o litoral del
océano Atlántico tiene importantes muestras, desde Montecristi hasta Samaná. La
verdad es, que casi toda la isla está rodeada de arrecifes.
Flora Dominicana
Se clasifica en dos grandes grupos:
La vegetación nativa y/o endémica: está compuesta por las variedades de
plantas que había en la isla a la llegada de los conquistadores españoles,
entre estas se encuentran: el pino, el cedro, la caoba (árbol nacional), la
baitoa, el algodón, el guayabo, el guanabano, el higuero, la cuaba, el tabaco,
el maíz, entre otros.
La vegetación extranjera o exótica: está compuesta por la
variedad de plantas que han sido introducidas al país a partir del
descubrimiento de la isla ( 5 de diciembre de 1492) hasta nuestro días, entre
estas se encuentran: la caña de azúcar, el naranjo, el plátano, el coco, el
guineo, el cacao, entre otros.
Bosques Dominicanos
Se clasifican en:
1- Bosques de Manglares: se localizan en las zonas
coste ras , sirven de protección a otras especies vegetales.
2- Bosques de Mogotes: se localizan en las zonas
cársicas, como los Haitises.
3- Bosques de Pinos: se localizan en las
cordilleras y sierras del país, muy especialmente en los valles de Constanza y
Jarabacoa. Ocupan aproximadamente un área de 215,000 hectáreas. Sus maderas son
utilizadas en la industria de la construcción y de la ebanistería.
4- Bosques de xerófilas y madera dura: se localizan en las áreas
geográficas donde la pluviometría media anual no excede los 750 mm3, como el
valle del Cibao occidental, el llano de Azua y la Hoya de Enriquillo.
5- Bosques Artificiales: se localizan en todo el
territorio nacional. Están compuestos por todas las plantas que han sido
cultivadas por el hombre para su provecho como el café, el cacao, el plátano,
caucho, pino, roble, el naranjo, limón, caña de azúcar, entre otros.
La vegetación de Sabana: es una vegetación compuesta
por todos los tipos de gramíneas que sirven de pastos para el ganado. Se
localiza en el valle del Cibao, en el valle de San Juan en su parte occidental,
la llanura costera del Caribe, la llanura costera del Atlántico. La principal
sabana del país es la sabana del Guabatico, ubicada en las inmediaciones de El
Seibo, La Romana y La Altagracia.
Fauna Dominicana
La fauna de la
República Dominicana se clasifica en nativa y/o endémica y extranjera o
exótica. Según expresan Cristóbal Colón y Fernando Gonzalo de Oviedo en el
Diario y en la obra Historia Natural y General de las Indias, «a la llegada de
los españoles a la isla Quisqueya o Haití las aves eran muy abundantes», sin
embargo especifican que las especies de mamíferos eran reducidas, ya que sólo
encontraron el manatí, la jutía, el solenodonte, el murciélago y un perro mudo.
En cuanto a la
fauna marina la República Dominicana tiene una gran variedad, por ser una isla
y además por la abundancia de plantas marinas, como el plancton, que le sirve
de alimento a los peces marinos. Entre la fauna del litoral se encuentran el
cangrejo, la estrella de mar, el lambí, entre otros.
En la zona
pelágica (profundidades del mar) se encuentran el colirubio, colorao, carite,
tiburones, pez aguja, entre otros. En cuanto a los peces de agua dulce la
República Dominicana tiene excelentes condiciones, pero no ha sabido
aprovecharlas, y la contaminación de las cuencas hidrográficas y de las presas
lo que ha producido es una disminución en el caudal de peces de agua
dulce. Entre los principales peces de agua dulce que tiene la fauna de la
República Dominicana se encuentran la jicotea, el robalo, la trucha, la jaiba,
el camarón, y la tilapia y viejaca.
Aunque el
decreto 55/92 está vigente, y por él debemos regimos para preservar la
existencia de nuestros animales, en cuanto a la caza y pesca de especie en
extinción, en el país todavía se persiguen a estos animales constantemente
para conseguir de ellos carne y piel para su consumo o para usarlos como
mascotas.