domingo, 13 de agosto de 2017

Relieve De La República Dominicana


La isla de Santo Domingo forma parte de una unidad geológica: el arco antillano que parte de América del Norte y llega a la del Sur. Los geólogos admiten que del continente parten tres hileras de montañas, ahora sumergidas.
Estas cruzan por debajo del canal de Yucatán y el Canal del Viento y llegan a Santo Domingo. La primera, parte de la península de Yucatán y alcanza a Cuba. La segunda parte un poco más al Sur de Yucatán, o sea de Belice, corre paralela a la isla de Cuba y culmina en la Sierra Maestra.
La tercera se inicia en Nicaragua, pasa por Jamaica y llega a la Isla de Santo Domingo. Las tres cadenas de montañas sumergidas que parten de América Central se reducen a dos, para llegar a nuestra isla.
Una de esas cadenas emerge al llegar a Haití y penetra por la península de San Nicolás, no continúa hacia el Este franco, sino que tuerce al sudeste y forma nuestra cordillera Central.

La otra cadena de montañas que viene de América Central pasa por Jamaica y penetra a la Isla de Santo Domingo, emerge en la península de Tiburón y culmina en las montañas la Horte y la Salle, que son las más elevadas montañas de Haití.
Esta cordillera también se desvía un poco hacia el Sur al llegar a la República Dominicana. Es conocida en el lugar como la Sierra de Bahoruco Llega hasta la misma costa en la provincia de Barahona. La Sierra de Neiba no parece integrarse con este sistema montañoso que penetra por la península de Tiburón.

La Sierra de Neiba parece un sistema montañoso más bien aislado. Tiene, sin embargo, ramificaciones que la unen a la Cordillera Central. Estas ramificaciones son visibles más allá del cruce de la carretera de Azua, San Juan de la Maguana y Barahona.

Cordillera Central.

La Cordillera Central es una tierra del periodo Cretáceo. En su origen fue una cadena de volcanes. Esta cordillera se proyecta en el mapa en dirección Noroeste-Sudeste. Partiendo de la Península de San Nicolás, en Haití, se extiende en territorio dominicano desde Restauración y Loma de Cabrera hasta las inmediaciones de Bani y San Cristóbal.


Cordillera Central.
La Cordillera Central es una tierra del periodo Cretáceo. En su origen fue una cadena de volcanes. Esta cordillera se proyecta en el mapa en dirección Noroeste-Sudeste. Partiendo de la Península de San Nicolás, en Haití, se extiende en territorio dominicano desde Restauración y Loma de Cabrera hasta las inmediaciones de Bani y San Cristóbal.

Cordillera Septentrional.
Esta cordillera es conocida también como Sierra de Montecristi. Se extiende en dirección Noroeste-Sudeste desde la vecindades de la ciudad de Montecristi hasta un poco más al Este de las Aldeas de Arenoso y Rincón Molenillos, en Villa Riva.

Esta cordillera está separada de la de Samaná por una franja pantanosa de unos 12 kilómetros de ancho, conocida con el nombre de Pantanos del Gran Estero. La Cordillera Septentrional es relativamente joven. Todas, o casi todas sus formaciones geológicas datan del Terciario, o sea de 1 a 60 millones de años. 


Sierra de Yamasa.
El ramal de la Cordillera Central que se dirige al Este no debe ser considerado en toda su extensión como formando parte de la Cordillera Oriental. En la bifurcación hacia el este de la Cordillera Central aparece la Sierra de Yamasa, que culmina en la loma de Siete picos o Siete Cabezas, con 853 m.

Esta Sierra de Yamasa es, al igual que toda la Cordillera Central, muy antigua, y se compone de rocas del periodo Cretáceo. Pero debido a las lluvias intensas que caen en esta región montañosa, así como las elevadas temperaturas del trópico, las rocas madres se han desintegrado.

Sierra del Seibo - Cordillera Oriental.
Así se llama al conjunto de sierras que corren en la dirección Oeste-Este, desde Cotuí hasta más allá de Higuey. En su extremo occidental, o sea, de Cotui hacia el Este, la Sierra de El Seibo es de topografía carsica, nombre que viene de su parecido con una región oriental del mar Adriático, en Europa.
Esta región, llamada Los Haitises, es escabrosa y difícil de habitar. En Los Haitises las lluvias son muy abundantes, pero no se observan ríos en la superficie. El drenaje se efectúa en forma subterránea. Las lluvias, al disolver la roca caliza, han realizado un fuerte trabajo de erosión interna.

Sierra de Samana.
Casi todas las rocas son metamórficas. El mármol es abundante. Casi toda la península está formada de este mineral, y todo el que se industrializa en el país es extraído de Samana.
El relieve de la cordillera no es escarpado. Únicamente hay dos montañas de 500 metros o más. Son Pan de Azúcar, 493 m., y el Monte Mesa, de 606 metros. Samana es la tierra dominicana que mayormente ha sufrido los efectos de movimientos sísmicos.

Sierra de Bahoruco.
Esta sierra representa el extremo Este de la cordillera sumergida que parte de América Central, pasa por Jamaica, cruza el canal del viento y emerge en Haití. Ya en La Española corre a todo lo largo de la península del Tiburón y llega a la República Dominicana, donde toma el nombre "Bahoruco".
Esta sierra es abrupta y difícil de poblar. En sentido general encontramos montañas de más de 2,000 m. de altura. La mayor es el Aguacate, que alcanza 2,100 m. y se localiza en la misma línea fronteriza.
Lo más impresionante desde el punto de vista de relieve, es una serie de terrazas de origen marino que parte de la costa, cerca de Cabo Falso, hasta alcanzar la sierra. Algunas de estas terrazas se encuentran a más de 300 metros de altura, según O. Cucurullo.

Sierra de Neiba.
Esta sierra está separada de la Cordillera Central por el Valle de San Juan , y separada de la Sierra de Bahoruco por el valle de Neiba. Su extensión en territorio dominicano es de unos 100 kilómetros aproximadamente. En Haití se continua en las sierras de Trou de Eau.
Como casi todas las sierras y cordilleras dominicanas, su orientación es de Noroeste-Sudeste, pero en su extremo oriental hace um viraje hacia el Sur y forma la Sierra de Martin García, que se hunde en el Mar Caribe.
En el relieve de la Sierra de Neiba se observan fenómenos cársicos, los que originan un drenaje subterráneo. Igualmente, cuando se mira esta sierra desde el lado Sur del valle de Neiba, se descubren conos de deyección, o sea, acumulaciones de materiales aluvionales y escombros que han bajado de la sierra desde edades muy remotas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario